Los aceros de alta resistencia se utilizan también como anclajes activos en la consolidación de terrenos, ya sean provisionales o definitivos.
Combinados con inyección de lechada de cemento se consigue una cimentación profunda sencilla de ejecutar. Se indica especialmente su uso en suelos de poca calidad y en actuaciones especiales sobre el suelo (taludes, terrenos sometidos a tensiones previas a la ejecución de la obra, etc).
Para la ejecución de anclajes se utiliza cordón de acero de siete alambres, con diámetros alrededor de 15 mm.